Dentro del proceso de fiscalización sobre la situación de los hospitales Teodoro Maldonado Carbo de Guayaquil y Carlos Andrade Marín (HCAM) de Quito, la Comisión de Participación Ciudadana y Control Social receptó los testimonios de familiares y pacientes. También estuvieron invitados las autoridades del IESS y de los hospitales Carlos Andrade Marín y Teodoro Maldonado, quienes no asistieron a la comisión.

El presidente de la Comisión, Patricio Chávez, señaló la importancia de la fiscalización con los actores en la gestión, el objetivo abordar las situaciones de estos hospitales en el desabastecimiento de medicamentos y saturación de pacientes que afectan la calidad de la atención médica; así como el proceso de contratación, medicamentos que presentan observaciones por parte de la Contraloría lo cual requiere una profunda investigación.

Según, Carlos Chacha, paciente del HCAM de Quito, con distrofia muscular Duchenne (DMD), es una enfermedad grave con esperanzas de vida muy corta. manifestó que hace siete meses ha dejado de recibir su medicamento Translarna, que es esencial para para su tratamiento, lo que ha deteriorado su salud y la de sus hermanos de lucha.

Por lo que, los testimonios laceran la responsabilidad del Estado dijo el asambleísta Franklin Samaniego y espera que estos hechos nunca más se repitan.

Para Jorge Chamba los testimonios duelen; aún existen malos funcionarios pese a los esfuerzos del gobierno para solucionar los problemas de salud.

En cambio, Jenny Villalva, madre de un paciente de 14 años de edad, con distrofia muscular Duchenne y cuidadora de paciente del mismo hospital expresó que está desesperada al ver cómo está decayendo la salud de su hijo al no contar con el medicamento, por lo que sigue un proceso judicial para la entrega del medicamento.

Mientras tanto, la comisión invitó a Eduardo Peña, presidente del Directorio del IESS; Jorge Peñaherrera, gerente general del Hospital Carlos Andrade Marín y Alberto Sper Sempértegui, gerente general del Hospital Teodoro Maldonado, quienes no asistieron y no enviaron documentos de excusas.

Finalmente, Wilson Guaita, estudiante de la Universidad Politécnica Salesiana de Quito, asambleísta por un día, se solidarizó con los pacientes que no han recibido el medicamento con regularidad. Y recomendó trabajar en una guía de stop de medicamentos con el acompañamiento de la academia, donde se evidencie la necesidad cuando los pacientes vayan creciendo para atender con eficiencia la dotación de medicamentos en todas las casas de salud del país, precisó.