El Municipio de Quito, a través de la Secretaría de Educación, Recreación y Deporte realiza obras en espacios deportivos, como parte del proyecto ‘Quito a la Cancha’.

Este sábado 19 de junio, el alcalde de Quito, Jorge Yunda, entregó las canchas de ecuavóley, sede social y espacios de recreación en la Ferroviaria Baja.

Al hacer la entrega de la obra en el tradicional barrio La Ferroviaria, indicó que en este espacio deportivo se realizarán actividades de bailoterapia, escuelas de disciplinas deportivas, actividades artísticas y culturales, pensando en la reactivación económica del sector.

Además, “junto a la Secretaría de Educación, Recreación y Deporte estructuramos el proyecto de polideportivos en el norte, sur y valles en beneficio de nuestros niños, niñas y jóvenes”, dijo.

Así mismo, las obras en la Ferroviaria Baja comprenden la cancha de ecuavóley con cubierta, graderío cubierto, marcador electrónico, bar comunitario, camerinos, baterías sanitarias y sede social-sala multiuso con una inversión de más de 363 mil dólares.

Por su parte, Justinne García, administradora de la zonal Eloy Alfaro, señaló que está obra es emblemática para el sur de Quito. Esta se complementará con otras en diferentes sectores para mejorar la calidad de vida y salud de la ciudadanía.

Sin embargo, ‘Quito a la Cancha’ unifica tres componentes básicos: infraestructura deportiva y recreacional, participación e integración ciudadana en base a una nueva visión de ciudad y los ejes transversales de salud, arte y cultura.

De su lado, Patricio Avilez, secretario de Educación, Recreación y Deporte, del municipio de Quito, enfatizó en la importancia de este tipo de obras en los barrios tradicionales de la capital.

“Esta infraestructura es de primera y le da dignidad al sector, posee un marcador electrónico, baterías sanitarias, espacio de reuniones, bar, canchas de multiuso para actividades deportivas y recreativas”, dijo.

Mientras tanto, estos espacios deportivos acogerán eventos recreativos a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores quienes podrán disfrutar de nuevos escenarios. fomentando la integración familiar, de la comunidad, una sana apropiación y una buena vecindad.

Finalmente, Elizabeth Pijal, moradora antigua de la Ferroviaria Baja, aseguró que esta obra “es un espacio que se necesitaba hace mucho tiempo atrás, para las personas de la tercera edad que ahora podrán realizar ejercicios y hacer bailo terapia. Estoy contenta este sueño hecho realidad”.