El Ecuador se consolida como uno de los principales exportadores de flores a nivel mundial, entre sus productos estrella destacan las rosas, reconocidas por su tamaño, color y durabilidad. Cada año, la temporada de San Valentín representa un pico de demanda global que transforma la economía local, generando empleo, divisas y oportunidades de desarrollo.
Ecuador ocupa el tercer lugar entre los exportadores mundiales de flores, después de Colombia y Países Bajos. La industria, que surgió en la década de los 80, se concentra en las provincias de Pichincha, Cotopaxi y Tungurahua, donde el clima templado, la altitud (2,800-3,000 metros sobre el nivel del mar) y la luz solar constante crean condiciones ideales para el cultivo de rosas, claveles y gypsophilas. Actualmente, el cultivo de flores en el Ecuador, genera unos 55.000 empleos en las casi 850 empresas que se dedican a la floricultura en el país.
La exportación de flores genera alrededor de 950 millones de dólares anuales en exportaciones, representando cerca del 1% del PIB no petrolero del país. Las rosas son el producto principal, con más de 500 variedades, muchas desarrolladas localmente para resistir largos viajes y mantener su frescura.
Además, las flores son muy apreciadas en el extranjero, especialmente durante San Valentín, cuando las ventas alcanzan los volúmenes más altos.
También, las ventas se incrementan a finales de febrero, especialmente para el mercado ruso, que celebra el día de la mujer el 8 de marzo. Otro período relevante para el sector es mayo, ya que en muchos países se recuerda el día de la madre y un ramo de flores puede llegar a costar hasta 100 dólares en Estados Unidos.
Sin embargo, San Valentín es la fecha más importante para la industria florícola. Por ejemplo, en el 2024 el aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito marcó un hito histórico al registrar un récord sin precedentes. Con un envió de alrededor de 26,466 toneladas métricas de flores. El 2 de febrero del 2024, se reportaron 1,942 toneladas métricas exportadas a través de 31 vuelos. Para el año 2025, se estima que existirá un crecimiento entre el 3% y el 5% en los volúmenes enviados, a través de 493 vuelos programados por 15 aerolíneas de carga. El éxito del crecimiento del sector se debe a una logística impecable, pues las flores deben ser cortadas, hidratadas, empacadas y enviadas por vía aérea para llegar a tiempo a mercados como Estados Unidos, Europa y Rusia.
Finalmente, Ecuador planea duplicar las exportaciones de flores en el 2035, la meta sería de 2.000 millones de dólares anuales. Este objetivo debe ir acompañado de la búsqueda de nuevos mercados y de la inclusión de tecnología y métodos innovadores para que el Ecuador compita en este mercado. De alcanzar esta meta, seguramente tendremos muchos más empleos vinculados al sector y la entrada de divisas, tan necesarias en un país dolarizado como el nuestro.