En Quito, la prevención vial ahora también se lee en las calles. Esto a la ordenanza de publicidad exterior aprobada por el Concejo Metropolitano, vallas publicitarias autorizadas comenzaron a difundir mensajes de seguridad vial: “La velocidad mata, cada vida cuenta. Baja la velocidad”.

La normativa dispone a los anunciantes ceder espacios para campañas ciudadanas cada 30 minutos. Con esta medida, la ciudad suma una herramienta más para reducir siniestros y recordar a conductores y peatones que bajar la velocidad salva vidas. Estos sitios fueron seleccionados por su flujo vehicular y su relevancia dentro del sistema vial de la ciudad.

Las vallas aparecen en lugares como: Prensa y Leonardo Da Vinci, Geovanni Calles y Calle Palermo, 6 de Diciembre y Granados, Eloy Alfaro y 6 de Diciembre, Queserás del medio y 12 de Octubre,

Además, se prevé colocar los mensajes en más ubicaciones, priorizando corredores donde la reducción de velocidad puede tener un impacto directo en la disminución de siniestros.

Una ordenanza para ordenar, prevenir y salvar vidas. La regulación aprobada no solo busca ordenar el uso del espacio publicitario, sino fortalecer la comunicación pública orientada a la seguridad vial. Con ella se establece: Un límite máximo de soportes publicitarios para evitar saturación visual. Licencias más claras, accesibles y con vigencia de hasta cuatro años. Protección de zonas ecológicas, patrimoniales y residenciales con criterios técnicos definidos. Responsabilidad compartida entre el dueño del soporte, el dueño del predio y el anunciante.

Cada Vida Cuenta, con la instalación de estos mensajes, la ciudad refuerza el llamado a conducir con responsabilidad y a recordar que bajar la velocidad puede marcar la diferencia entre la vida y la tragedia. Las acciones continúan y se extenderán a más sectores, porque cuando se habla de seguridad vial, cada vida cuenta.

Quito prioriza la protección de sus páramos, ecosistemas que proveen el 85% del agua que llega a los hogares de la ciudad, la capital impulsa nuevas obras para ampliar la cobertura del servicio y promueve una ciudadanía más consciente sobre el cuidado y uso responsable del agua.

La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento mantiene una estrecha relación con la academia y la investigación. A través de la Estación Científica Agua y Páramo, fomenta proyectos conjuntos, prácticas preprofesionales e iniciativas de innovación aplicada que fortalecen la gestión hídrica en Quito.

Durante el conversatorio ‘Crisis del Agua en Quito: el agua no viene del grifo’, realizado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, La EPMAPS presentó su trabajo por una gestión responsable y resiliente frente a los retos climáticos.

La gerente general de EPMAPS, Verónica Sánchez, aseguró que cada gota que llega a los hogares quiteños es fruto de un proceso complejo que empieza en las fuentes de agua, la conducción y culmina en la potabilización y distribución.

“Este trabajo requiere tecnología, infraestructura, conocimiento científico y compromiso humano. Nos enfocamos en la prevención, el mantenimiento y la resiliencia del sistema”, explicó.

La cooperación internacional, la empresa pública participan y GIZ, participan de los desafíos del agua en un contexto de cambio climático, expansión urbana y corresponsabilidad ciudadana.

La Agencia Metropolitana de Tránsito informó a la ciudadanía que, del martes 18 al viernes 21 de noviembre, se desarrollaran los operativos aleatorios de control en distintos puntos estratégicos en Quito, el objetivo de prevenir siniestros de tránsito, verificar el cumplimiento de la normativa vigente y promover una movilidad segura para todos los quiteños.

Estas acciones responden al compromiso institucional de reforzar la seguridad vial mediante controles técnicos, preventivos y aleatorios en sectores de alta afluencia vehicular.

El lunes 17 de noviembre los operativos se concentraron en el Sur de la capital, el control de pesados: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 10h00 – 12h00. Control de estado etílico: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 13h30 – 15h30.

En los Valles los controles de estado etílico: Ruta Viva km 8, de 10h00 – 12h00. El control preventivo de velocidad: Ruta Viva km 8 de 13h30 – 14h30

En cambio, en el norte, el control de polarizados y contravenciones: Simón Bolívar y pasaje B de 15h00 a 17h00

El martes 18 de noviembre en el sur, el control de estado etílico en la Simón Bolívar y la calle Sarahurco de 10h00 – 11h00. El control de vehículos pesados en la Simón Bolívar y calle Sarahurco de 13h30 – 15h30. Los valles el control de pesados: Ruta Viva km 8 de 10h00 – 12h00. Control preventivo de velocidad: Ruta Viva km 8 de 14h00 – 15h00

Para el miércoles 19 de noviembre en el sur, el control de estado etílico: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 09h00 – 10h00. Control de pesados: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 13h30 – 15h30. Y los valles el control de estado etílico: Ruta Viva km 8 de 09h00 – 10h00. Control de pesados: Ruta Viva km 8 de 13h30 – 15h30

Para el jueves 20 de noviembre en el sur de Quito, el control de estado etílico: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 10h00 – 12h00. Los valles el control de pesados: Ruta Viva km 8 de 10h00 – 12h00. El control preventivo de velocidad: Ruta Viva km 8 de 13h30 – 14h30. En el norte, control preventivo y de flujo vehicular: Simón Bolívar y E28B de 08h30 – 10h00.

Mientras tanto, el viernes, 21 de noviembre en el sur el control de estado etílico: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 10h00 – 12h00. El control preventivo de velocidad: Simón Bolívar y calle Sarahurco de 13h30 – 14h30, los valles el control de pesados: Ruta Viva km 8 de 10h00 – 12h00, en el norte el control de documentos y contravenciones: Simón Bolívar y E28B de 14h30 – 16h30

Finalmente, la AMT hace un llamado a los conductores para circular con responsabilidad, respetar los límites de velocidad, evitar el consumo de alcohol al conducir y mantener sus documentos en regla. Estos controles buscan proteger vidas y reducir los factores de riesgo en la vía.

El Municipio de Quito mantuvo su operación por más de 12 horas, tras del volcamiento de un tanquero y derrame de material asfáltico en la avenida Simón Bolívar. Desde la madrugada, equipos técnicos, ambientales y de obras públicas se desplegaron a la altura del redondel de Gualo, donde un vehículo, sin el certificado ambiental correspondiente, perdió gran cantidad de brea, lo que obligó a cerrar parcialmente la vía.

Según, Santiago Sandoval, secretario de Ambiente, las labores contener y retirar el material. Primero, se absorbió la brea con tierra y arena; luego, toda esa mezcla contaminada fue levantada y embalada para su traslado seguro. Ahora, los últimos reportes, la vía ya está libre de residuos y una motoniveladora ejecuta los trabajos finales para dejar el tramo completamente operativo, dijo.

La atención, fue coordinada entre el Municipio y la empresa privada, que asumió el proceso por tratarse de una responsabilidad directa de la compañía transportista. El material contaminado fue gestionado por un operador ambiental con permisos al día, cumpliendo todos los protocolos exigidos, explicó Sandoval.

Mientras tanto, los trabajadores municipales cuidaron cada detalle para evitar afectaciones adicionales: limpiaron alcantarillas, rejillas, pozos de aguas lluvias y residuales y revisaron los bordes de quebradas cercanas para evitar filtraciones o arrastres. Solo queda un pequeño remanente de tierra contaminada que será evacuado en las próximas horas, sostuvo.

El Municipio presentará una denuncia en la Fiscalía por el transporte de material peligroso sin la certificación ambiental adecuada. “Los permisos ambientales los emite la autoridad nacional, aseguró el secretario de Ambiente y aquí hubo una falta que puso en riesgo a la ciudad”.

En cambio, Guillermo Sosa, de obras públicas reportó que se removieron aproximadamente 200 metros cúbicos de material contaminado. Para lograrlo, durante toda la mañana trabajó un convoy de 10 volquetas de 8 m³ y 6 volquetas de 12 m³, que trasladaron el residuo hacia una instalación especializada donde recibirá el tratamiento técnico correspondiente.

Finalmente, la circulación en la Simón Bolívar quedó restablecida y el riesgo ambiental fue contenido a tiempo.